En la predicción del cáncer de mama, una imagen vale más que mil palabras

Por José Gerardo Tamez Peña
Artículo de divulgación

“Una imagen vale más que mil palabras” es un dicho popular que describe acertadamente el proceso del diagnóstico del cáncer de mama. La mamografía es el nombre de la imagen radiológica capturada por mastógrafos y que muestra el interior de la mama de tal forma que permite, en forma visual, la evaluación no invasiva de los tejidos afectados por la presencia de cáncer. Actualmente, este trabajo de evaluación lo llevan a cabo los radiólogos, quienes en forma certera pueden detectar la presencia de cáncer en sus etapas tempranas de su desarrollo, lo que ayuda a salvar la vida de millones de mujeres afectadas por este mal. Una detección temprana permite una recuperación total de 9 de cada 10 mujeres con cáncer, a diferencia de una detección tardía, que sólo permite salvar a 8 de cada 10 de las mujeres afectadas. Por tanto, es muy importante una detección temprana en la lucha contra el cáncer.

Otro elemento importante en la lucha contra el cáncer de mama es determinar el tipo del cáncer y las características de las mujeres afectadas. Estos dos factores ayudan a determinar la terapia que será más efectiva para eliminar el cáncer en la paciente afectada.  Actualmente, la evaluación más efectiva para evaluar el tipo de cáncer es mediante estudios genéticos de las muestras patológicas. Estos estudios evalúan un panel de genes que están asociados al riesgo de recurrencia del cáncer de mama, de tal forma que informan al médico tratante sobre el tipo de cáncer, y por ende puede diseñar tratamientos adecuados para cada paciente. Es sabido que un tratamiento personalizado es mucho más efectivo que un tratamiento genérico.

En cuanto a los paneles genéticos, existen varios paneles que ya han confirmado su valor en la lucha del cáncer de mama. Entre los más comunes están el Oncotype Dx®,  MammaPrint® y Prosigna® (anteriormente PAM50) que definen un índice de recurrencia señalando la probabilidad de que el cáncer de mama regrese a la paciente en un futuro no muy lejano. El problema de los paneles genéticos es que son una tecnología patentada, con alto costo y requiere tiempo para hacer las pruebas adecuadas que determinan el tipo de cáncer y el riesgo a recurrencia.  Además, los paneles genéticos están diseñados específicamente para ciertos subtipos y no funcionan en todos los casos. Por tanto es importante poder determinar si existen otras alternativas que sean más accesibles en ambientes de bajos recursos como comúnmente ocurre en México.

Con este objetivo en mente, se procedió a investigar si los diferentes genotipos de cáncer y en especial los paneles de cáncer de mama, como Oncotype Dx y PAM50, están asociados a un fenotipo radiológico. De ser así, un cáncer de alto riesgo de recurrencia tendrá una presentación única en las imágenes de mamografía. Sin embargo, ¿es posible que la presentación radiológica de los tumores esté asociada al índice de riesgo de recurrencia?  Si la respuesta es afirmativa, se abre la posibilidad de poder hacer ensayos digitales sobre las imágenes de mamografía y que le permitirán al médico tratante determinar el tipo de cáncer sin la necesidad de estudios costosos. Además se tiene la ventaja de que esta tecnología podrá ser aplicada, casi de forma inmediata, en todos los lugares que cuenten con equipo de mamografía digitales.

 

La respuesta a la hipótesis de asociación de los paneles de riesgo genéticos a las características radiológicas fue afirmativa. Esta pregunta se contestó haciendo un estudio prospectivo patrocinado por CONACYT y realizado en el Hospital San José, donde un grupo de pacientes con cáncer de mama se estudió genética y radiológicamente. Las muestras de los tumores se estudiaron de tal forma que permitió establecer los índices de recurrencia para cada paciente y en forma simultánea se identificó el lugar del tumor en las imágenes de mamografía.  Una vez identificada la región del tumor, se hizo un ensayo digital que extrajo de las imágenes una serie de números que describen la textura y la distribución de las intensidades dentro del tumor. Una vez definido este conjunto de números se procedió a hacer la asociación mediante el uso de herramientas bioinformáticas y estadísticas, que establecieron la asociación de estos números con los índices de riego de cáncer de mama. La Figura 1 muestra ejemplos de las características radiológicas asociadas al riesgo de recurrencia. Es decir, se encontró que efectivamente la imagen del tumor y Oncotype Dx estaban asociados, y además que esta asociación también existía entre la imagen y el riesgo de PAM50.

En resumen, una mamografía es una herramienta visual muy importante en la lucha contra el cáncer de mama. No solo permite visualizar un cáncer de forma temprana, sino además, captura información del tumor que está asociada al riesgo de recurrencia del cáncer. Si los resultados encontrados en esta prueba piloto son confirmados por otros estudios de campo, estaríamos hablando de que en un futuro muy cercano las herramientas digitales permitirán personalizar las terapias de lucha contra el cáncer en todos los lugares de México y del mundo que cuenten con mastógrafos digitales.

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El Dr. José Gerardo Tamez Peña es profesor investigador de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey. Es Ingeniero Físico Industrial por el Tecnológico de Monterrey, y tiene el Doctorado en Procesamiento Digital de Imágenes Médicas, por la Universidad de Rochester, NY. Su línea principal de investigación es el descubrimiento de biomarcadores basados en imágenes asociados a enfermedades crónicas degenerativas, tales como el cáncer, el Alzhéimer y la osteoartritis. jose.tamezpena@tec.mx

El artículo científico completo se puede leer aquí:
Radiogenomics analysis identifies correlations of digital mammography with clinical molecular signatures in breast cancer

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