La ´Suma no Nula´ de la investigación científica en salud pública

Jesús Eduardo Elizondo Ochoa

A medida que emergen nuevas estructuras colectivas gracias a las innovadoras tecnologías de comunicación y de acceso a la información para la conducción de la ciencia, también lo hacen nuevas conversaciones éticas que se centran en cómo la colaboración científica desafía nuestros arreglos interpersonales y los protocolos históricos de hacer ciencia.

A pesar de ello y de algunas mejoras en las últimas décadas en el campo de la investigación científica, en los temas de salud pública siguen existiendo obstáculos importantes. Las mejoras en los resultados no se han compartido por igual entre los países y la pobreza es claramente la razón principal.

En la teoría de juegos, la suma no nula, desarrollada por los matemáticos Merrill M. Flood y Melvin Dresher, trata de una situación donde la ganancia (o pérdida) de un responsable de la toma de decisiones no necesariamente resulta en la pérdida (o ganancia) de otros responsables. En otras palabras, donde las ganancias y las pérdidas de todos los jugadores no suman cero y todos pueden ganar.

A este moderno concepto emprendedor se le conoce con la expresión francesa “sinergia”, e inglesa “ganar-ganar” y aplica en operaciones, intercambios, acuerdos o tratados en los que todas las partes obtienen como resultado algo superior a la suma matemática de los esfuerzos individuales.

Aplicarlo a la salud pública es vital ya que no estamos jugando, sino que enfrentamos una cuestión de vida o muerte. “Cuando la salud está ausente, la sabiduría no puede revelarse a sí misma, el arte no puede manifestarse, la fuerza no puede luchar, la riqueza se vuelve inútil y la inteligencia no puede aplicarse” -Herófilo, 325 a. C. (Médico de Alejandro Magno).

Encontrar soluciones a problemas complejos de salud pública como las enfermedades crónicas no infecciosas (obesidad, la diabetes, etc.), y las enfermedades infecciosas (tuberculosis, malaria, etc.) que siguen siendo la principal causa de muerte en todo el mundo, requiere de cambios radicales en todos los sentidos: en la educación, la práctica médica y la investigación transdisciplinaria de nivel multicéntrico, en donde todas las partes involucradas y la población en general terminen ganando.

A la pregunta ¿por qué la colaboración de suma no nula es importante? también se suman otras como ¿cuáles son los problemas asociados con hacer este tipo de investigación?

Las instancias de gobierno y no gubernamentales encargadas de la salud pública, los derechos humanos y la academia deberán abordar estas preguntas con un reconocimiento de la importancia de los planes de gestión y de los acuerdos
“ganar-ganar” entre los centros de investigación, los investigadores que establecen responsabilidades, la propiedad intelectual, y los criterios de crédito para la investigación, entre otros.

No debemos olvidar la responsabilidad social compartida de trasladar los conocimientos derivados de la investigación básica “Investigación Traslacional”, con un enfoque de género, cultural y social hacia la prevención, detección y tratamiento de los principales problemas de salud pública en el mundo.

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El autor es Doctor en Biotecnología (ITESM) y Doctor en Odontología (UIC-Barcelona), profesor-investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (GIEE- Ingeniería Celular y Bioreacción) y de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud (Depto. Ciencias Básicas). Es vocal académico del Consejo Nacional para la Prevención y el Control del sida (CONASIDA). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel candidato.

je.elizondo@itesm.mx

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