La ciencia contra el cáncer de mama

  Por Michael Ramírez y Gabriela Faz.


 

La OMS ha declarado a octubre como el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama. Y en la lucha contra esta enfermedad, la investigación científica juega un papel determinante, pues es el cáncer que más muertes de mujeres provoca en México y muchos otros países.

Los avances científicos en cáncer de mama son lentos pero continuos. Aunque sigue siendo la principal causa de muerte de mujeres en México, los índices de sobrevivencia han aumentado notablemente en los últimos años gracias a los resultados de la investigación.

Actualmente la tasa de curación del cáncer de mama es del 80 por ciento a los cinco años de ser diagnosticado, gracias a que las nuevas tecnologías son capaces de detectar “baby cancers” de hasta 2 milímetros, y a la disponibilidad de tratamientos cada vez más efectivos. Además, a través de estudios moleculares se puede detectar si existe una predisposición genética de desarrollar dicha enfermedad.

En resumen, gracias al conocimiento de las diferentes formas de cáncer y a la información genómica, se pueden realizar terapias personalizadas y dirigidas, de acuerdo al diagnóstico de cada paciente.

En el Tecnológico de Monterrey, un grupo de investigadores han contribuido a elevar el  nivel de las innovaciones médicas con el fin de realizar prácticas clínicas más precisas. En sus  investigaciones, ellos estudian factores de riesgo en el desarrollo de cáncer de mama, evalúan la  información genómica que analiza los factores  hereditarios y las mutaciones, y realizan estudios  epidemiológicos para tener un contexto puntual  y preciso de la enfermedad.

Todos estos estudios están enfocados al desarrollo  de diagnósticos y terapias más innovadoras.  En México, el cáncer se diagnostica más  frecuentemente en etapas localmente avanzadas  (tumores grandes y/o con afección en los ganglios de la axila).

En el Centro de Cáncer de Mama se encuentra activo un protocolo de investigación con la toma secuencial de muestras de tejido y sangre,  y estudios de imagen. Esta gran base de datos clínica y de banco de tejidos permitirá realizar  estudios de investigación para la identificación de biomarcadores de respuesta y resistencia al  tratamiento.

CÁNCER HEREDITARIO

Aunque la mayor parte de los cánceres de mama son espontáneos, existe una proporción del 5 al  10 por ciento de mujeres que tienen una predisposición hereditaria. Detectar dicha predisposición, permite tomar medidas oportunas y tener un mejor pronóstico de vida, por lo que un grupo de investigadores, entre los que se encuentran las doctoras Cynthia Villarreal y Dione Aguilar ya trabajan para identificar a los pacientes con cáncer hereditario y a las familias cuyo patrón de la enfermedad sugiera una susceptibilidad genética de padecer cáncer.

“A pesar de existir amplia evidencia de la efectividad  del tamizaje y procedimientos de reducción del riesgo en pacientes portadores de mutaciones  del gen BRCA (Breast Cancer), en México, no se  provee asesoría de forma rutinaria, y las pruebas  genéticas generalmente no son económicamente  accesibles para la mayoría de las pacientes”, dijo la  Dra. Cynthia Villarreal.

Por ello, ya se trabaja en la consultoría genética  para pacientes de alto riesgo y se han implementado  proyectos de investigación interinstitucionales.  Uno de ellos es el desarrollo de un  panel genómico de bajo costo, en colaboración  con el Centro City of Hope en California, para  la identificación de mutaciones recurrentes en  mujeres hispanas, con el cual, a la fecha, se han  identificado aproximadamente 200 pacientes  portadoras de mutación, lo que impacta en la  toma de decisiones clínicas y en su tratamiento.

Cabe destacar que se han presentado dos abstracts en congresos internacionales y publicado  dos manuscritos en revistas internacionales  con los resultados iniciales generados de estos  estudios de investigación. Además, este modelo  ha sido citado como ejemplo para la asesoría  genética en Latinoamérica por instancias internacionales.

EL OTRO LADO DEL CÁNCER

Regularmente, en cuanto a la atención de pacientes  con cáncer, se ha trabajado con un modelo de atención biomédico, es decir, enfocado  solamente en la atención y tratamiento clínico  a la paciente.

El grupo de médicos investigadores del Centro  de Cáncer innova también en la atención de esta enfermedad a través de un modelo donde  se integran los aspectos genéticos, psicológicos,  sociales y nutricionales de cada paciente personalmente,  abarcando aquéllos que repercuten  en su calidad de vida.

Para hacerlo, desde hace un año se cuenta  con un equipo de especialistas integrado por  cirujanos, oncólogos, radiooncólogos, cirujanos  plásticos, genetistas, nutriólogos y psicólogos,  que apoyan un programa dedicado a la detección  de necesidades específicas de las pacientes con  cáncer de mama.  Las repercusiones de esta enfermedad varían  mucho de un paciente a otro, “en pacientes jóvenes,  cuestiones como la posible reducción de la  fertilidad representan un grave problema tanto a  nivel físico como psicológico, y estos aspectos son  muy importantes de tratar en las pacientes.

Muchas  veces se piensa que el cáncer es el causante principal  del deterioro, sin embargo, hay otros estresores  como éste, problemas con la pareja o económicos,  que pueden intensificar los síntomas y que están  estrechamente vinculados a la ya difícil situación  de lidiar con esta enfermedad”, comentó Melina  Miaja, doctora en psicología y responsable del área  Psico Oncológica de Tec Salud.

“En México, por ejemplo, la media de edad en  que se presenta la enfermedad es de 50 años, esto es  10 años antes comparado con países desarrollados.  Además, otro dato digno de análisis y atención es  que las pacientes empiezan a atenderse en estados  ya avanzados de la enfermedad, lo que denota una  grave falta de medidas de detección temprana”, comentó  la doctora.

TECNOLOGÍA AL SERVICIO

La doctora Magaly Garza Montemayor, médico radiologo experta en imagen mamaria, explica que las nuevas mamografías digitales de campo completo con tecnología de Tomosíntesis (3D),  permiten encontrar 40% más cánceres que la  mamografía anterior (2D).

“El beneficio de la detección temprana con los  equipos actuales es que las pacientes requieren  tratamientos quirúrgicos menos agresivos y los  tratamientos oncológicos pueden ser mínimos.  Además la sobrevida de las pacientes con diagnósticos tempranos es cercana al 100%, comentó  la Dra. Garza.

Con el avance tecnológico de los nuevos equipos digitales de campo completo se puede analizar en segundos y con una resolución nunca antes vista, permitiendo detectar lesiones de apenas un milímetro. La mamografía en 3D permite la  reconstrucción de imágenes para analizar cada  milímetro en cuestión de segundos (de 80 a  100 imágenes en 30 segundos), y poder detectar  cánceres que antes permanecían ocultos en  la mamografía.

Las imágenes se analizan en pantallas de alta  resolución y pueden ser vistas en sitios distantes,  permitiendo su análisis en todo momento y ser  almacenadas por años, lo cual permite la comparación  de los previos, que es de suma importancia  en la interpretación de las mamografías, y que  permite realizar diagnósticos más tempranos y  certeros.

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