Ciencia transformadora: el nuevo paradigma universitario

“La Ciencia no debe ser un placer egoísta.
Los que tienen la suerte de poder dedicarse al trabajo científico
deben ser los primeros en aplicar sus conocimientos
al servicio de la humanidad”.
Karl Marx

Por Jorge Valdez García
Artículo de opinión

Thomas S. Kuhn advirtió que los paradigmas de la realidad cambian a partir de crisis que hacen replantear esas suposiciones­-representaciones. En ese sentido, recientemente el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió en la inauguración de las sesiones de la Asamblea General del 2021, que “nuestro mundo nunca ha estado más amenazado o dividido” a lo que llamó “la mayor cascada de crisis de nuestras vidas”, señalando que la pandemia por Covid-19 ha sobredimensionado desigualdades flagrantes, que la crisis climática está golpeando al planeta, y que la situación en Afganistán, Etiopía, Yemen y más allá, han frustrado la paz.

Una oleada de desconfianza y desinformación está polarizando a las personas y paralizando a las sociedades, la ciencia está bajo ataque. “Los apoyos económicos para los más vulnerables son muy pocos y llegan demasiado tarde, si es que llegan. Falta solidaridad en la acción, justo cuando más la necesitamos”.

la ciencia transformadora tiene como objetivo comprender y provocar una reflexión social sobre los cambios que están ocurriendo

Con este escenario se vuelve imperativo entonces que reflexionemos sobre la ciencia a través de una visión más rica de ella misma: la ciencia transformadora. En el pasado hemos tenido una aproximación a esta perspectiva desde conceptos como el de “ciencia socialmente responsable” que cumple con el requisito de garantizar la integridad del proceso de investigación y responder el llamado de la sociedad hacia sus problemas.

La ciencia transformadora

Ciencia transformadora es el concepto que define el nuevo actuar de la ciencia en la sociedad del conocimiento y que tiene como objetivo comprender de manera más profunda las transformaciones que están ocurriendo, así como una mayor reflexión social sobre estos procesos de cambio. Este concepto se basa en un paradigma experimental, que tiene implicaciones para la investigación, la educación y el aprendizaje, así como para las estructuras institucionales, incluido el sistema científico.

La ciencia, por definición, es siempre transformadora. Cualquier visión científica también altera el conocimiento científico y por ende la sociedad, si se piensa desde la transformación del conocimiento teórico en conocimiento práctico y la consecuente aplicación. Cuando los conocimientos han evolucionado, se les conoce como progreso científico, en el caso de nuevos conocimientos fundamentales como revoluciones científicas, y los efectos externos de estos nuevos conocimientos, se les nombra innovaciones, es decir, aplicaciones a los objetivos de la sociedad.

Ciencias y Universidad

El papel de la educación superior es desarrollar habilidades cognitivas vinculadas a la ciencia y dar herramientas a las personas para tomar posición e intervenir en las decisiones fundamentales de la sociedad. El aprendizaje basado en el conocimiento y la enseñanza del mismo en las universidades son otro elemento clave de una ciencia transformadora.

El aprendizaje basado en el conocimiento es otro elemento clave de la ciencia transformadora

En la universidad se forman investigadores y profesionales que tienen un compromiso con la sociedad de la que son parte y aspiran a mejorar. Es entonces crucial que las ciencias se aprendan desde una visión integradora de los saberes disciplinares con una perspectiva filosófica que permita una mirada crítica sobre la producción y validación de conocimientos. Esta aspiración se vuelve imperativa al hablar de los docentes ya que estos van a ser multiplicadores de la educación científica.

Las prioridades del conocimiento científico van mutando de manera acelerada y requieren verdaderos cambios en su enseñanza que las reflejen y acompañen. Los impactos de la ciencia y la tecnología son cada vez más grandes y debemos formar estudiantes críticos, que puedan interpelar esos cambios. Debido a que los procesos de aprendizaje en las universidades están en conexión con los procesos de cambio social, se crea una oportunidad para el “aprendizaje transformador”. Los estudiantes que serán futuros tomadores de decisiones aprenden a lidiar con los desafíos e incertidumbres sociales de una manera proactiva y convertirse en agentes de cambio para una sociedad más sostenible.

Bajo el título ‘universidad transformadora’ se discuten diversos compromisos de la universidad. El primero, es que las universidades sirven no solo a la verdad científica, sino también a los objetivos y fines de una sociedad que reconoce en la ciencia una base esencial de su progreso, de acuerdo con los objetivos sociales, como la construcción de una sociedad sostenible. La universidad, tal y como la conocemos se está convirtiendo en una universidad sostenible con los valores, conceptos e ideas, desafíos y enfoques que están surgiendo del discurso de sostenibilidad global.

La universidad, tal y como la conocemos, se está convirtiendo en una universidad sostenible

Dado que la ciencia transformadora apunta a la producción reflexiva de conocimiento que puede iniciar el cambio en la sociedad, no puede confiar solo en el ámbito de la investigación académica. Un ejemplo actual de una forma de investigación transformadora de “tipo ideal” es el nuevo concepto emergente de investigación en laboratorios del mundo real. Este tipo de laboratorios proporcionan el contexto para la experimentación en escenarios reales, con el fin de entender los procesos de transformación.

Este tipo de investigación contextualizada puede ayudar a vincular el conocimiento y la experiencia, convirtiéndola en una perspectiva más pragmática. Esta perspectiva, unificadora, sobre la investigación, la educación y el sistema institucional en el que están integrados es la característica central del concepto de ciencia transformadora. La universidad no resuelve los problemas del mundo moderno, pero ciertamente puede contribuir a su solución.

El autor

Jorge Valdez García es decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud. Es líder del Grupo de Investigación (GIEE) Terapias Innovadoras en Oftalmología y Ciencias Visuales, de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, del Tecnológico de Monterrey. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores. 

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