Ante la pandemia, ¿cómo podemos reactivar la economía?
Por Michael Ramírez
Ante la crisis económica desatada por la pandemia de Covid-19, la cual ha provocado el desempleo de más de un millón de personas, el Gobierno de México diseñó un plan de reactivación económica escalonada basado en tres etapas: primero se reactivaron los municipios con pocos o nulos contagios; posteriormente se reactivaron algunos sectores clave considerados como esenciales, y la tercera etapa de reactivación está regida por un sistema de semáforo que va definiendo gradualmente qué sectores se deben reabrir y cuáles no.
Sin embargo, para Fernando Gómez Zaldívar, profesor investigador del Tec de Monterrey, dicha estrategia debe ser replanteada, pues una reactivación económica estratégica requiere identificar las características económicas propias de cada región, ya que cada estado de la República tiene prioridades productivas diferentes que deben ser consideradas.
Para ello, junto con su Grupo de Investigación crearon una herramienta que permite identificar cuáles son los sectores económicos más importantes de cada Estado. Se trata del Tablero para la Toma de Decisión sobre Reactivación Económica por Entidad Federativa, el cual presenta una serie de indicadores que permiten listar por orden de importancia 93 subsectores de la industria, de acuerdo con dos variables: su importancia económica en cada estado de la República Mexicana y su nivel de riesgo epidemiológico por Covid19.
una reactivación económica estratégica requiere identificar las características propias de cada estado del país
“Como sabemos, ya estamos en una etapa de reapertura económica escalonada. Sin embargo, está resultando un poco caótica, y de hecho algunos estados de la República no están siguiendo al pie de la letra la estrategia federal”, comentó el especialista, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt.
Explicó que una reapertura por sectores estratégicos es muy difícil, debido a que las industrias se encuentran distribuidas a lo largo del país, y cada estado o región se especializa en sectores diferentes, por lo cual, bajo ese principio de reactivación económica unos estados se van a beneficiar más que otros.
“Las estructuras económicas de cada estado son muy diferentes, la composición en términos de producción y trabajo es muy diferente y eso no está considerado en la estrategia federal. Además, las dinámicas de cada industria son distintas, y los roles de los trabajadores también, lo que eleva el riesgo de contagio al interior de las industrias”, mencionó.
Las cadenas de valor
El investigador explicó que, a nivel nacional, la economía funciona de forma sistémica, lo que provoca que existan sectores que generan un mayor “arrastre” hacia el interior del país, y al reactivarse generan más producción y más trabajo, por el hecho de que demandan bienes y servicios de otras actividades. Esto se conoce como encadenamiento productivo y multiplicadores de empleo, indicadores que permiten inferir el efecto multiplicador que tienen determinados sectores sobre el resto de las actividades económicas.
“Mediante esta herramienta que proponemos, también mapeamos y analizamos la cadena de valor de los 93 subsectores que existen en México, lo que nos deja ver la parte sistémica de las cadenas productivas. Por ejemplo, el hecho de que se reactive la industria automotriz, no significa que ésta podrá competir de la noche a la mañana, pues se debe asegurar toda la cadena de valor que tiene detrás para que pueda competir de forma eficiente”, señaló.
Y agregó que dicha herramienta también permite identificar en qué regiones del país están ubicados los posibles productores locales, pues una de las recomendaciones para la reactivación económica, si se quiere mejorar la resiliencia de los sistemas productivos y las cadenas de valor, es fortalecer las cadenas de producción locales.
“Las cadenas de valor actuales son sistemas complejos compuestos por múltiples productores en diferentes escalas, niveles y regiones geográficas, que intercambian bienes y servicios intermedios para generar productos finales”, indicó.
Una perspectiva económica estatal
El especialista indicó que basar la reactivación económica del país en una estrategia de seleccionar industrias esenciales puede minar su competitividad, pues existen sectores que son más estratégicos porque generan producto y empleo, y por lo tanto, deben estar considerados en la estrategia de reactivación económica nacional.
“Por ejemplo, la industria automotriz (la cual se encuentra inmersa en el subsector número 336 “Fabricación de equipos de transporte”), aporta la mayor cantidad de empleos en el estado de Nuevo León, es el segundo sector más importante en términos de valor de la producción, y tiene un impacto importante como sector de arrastre en la producción nacional. Además, es un subsector que presenta un riesgo de contagio relativamente bajo”, dijo.
No obstante -agregó- estados como Guerrero, Oaxaca, Campeche, Baja California Sur y Quintana Roo prácticamente muestran una producción nula en este subsector. Por tal motivo, esta concentración regional de las actividades esenciales debe traer consigo una discusión más profunda sobre los sectores estratégicos que permitirán aminorar los impactos de la pandemia en la economía y el nivel de empleo a nivel local.
Tablero de reactivación económica
Para el investigador, el tablero para la toma de decisión sobre reactivación económica por entidad federativa es una herramienta clave que permite identificar una ruta estratégica para cada estado, ya que rankea los 93 subsectores de la economía nacional con base en las estructuras económicas de cada una de las 32 entidades federativas.
Indicó que en el sitio mexicovid19.app/ están disponibles las gráficas para cada estado de la República, con los subsectores económicos más relevantes de cada entidad federativa.
“Esta información puede ser fundamental para diseñar una reactivación económica gradual, paulatina y que trate de aminorar los riesgos de contagio. Además, con este tablero los tomadores de decisión pueden evaluar las disyuntivas entre la economía y el riesgo epidemiológico para los sectores y regiones. Esto puede abonar al diseño de políticas de reactivación industrial mejor articuladas, que minimicen el impacto económico de la pandemia y reduzcan el nivel del rebrote de los contagios en el futuro”.
El Tablero rankea los 93 subsectores de la economía nacional con base en las estructuras económicas de cada uno de los 32 estados
Gómez Zaldívar finalizó diciendo que la salud de los mexicanos y la disminución del riesgo de la pandemia deben ser el principal objetivo. Y como segundo paso, establecer estrategias claras y funcionales para aminorar la pérdida de empleo y producción en el país, pues ambos factores ponen en riesgo el bienestar de la población.
“Debemos capitalizar las lecciones que nos dejará la pandemia, y ser conscientes que este tipo de situaciones de emergencia pueden presentarse de forma recurrente. Por ello debemos trabajar en el fortalecimiento y la resiliencia de las cadenas productivas nacionales, y diseñar estrategias de gestión de riesgo para cada industria, que nos permitan una mejor planeación y toma de decisiones. Con estas acciones podremos fortalecer la competitividad nacional y la capacidad de minimizar los shocks externos ante una mayor incertidumbre mundial”, finalizó.
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Este proyecto para la reactivación económica, desarrollado por la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, del Tec de Monterrey, forma parte de la iniciativa Think Tank Post COVID-19, cuyo objetivo es fomentar el trabajo colaborativo de expertos de diversas áreas del conocimiento, para generar propuestas y soluciones que sean viables a la sociedad y ayuden a hacer frente a los problemas que la pandemia genera.