La inversión extranjera en México y su inequitativa distribución estatal

Por Eduardo Saucedo
Artículo de Opinión

La inversión extranjera directa (IED) que recibe México del resto del mundo es muy importante para la economía del país, ya que ayuda a generar empleos y en algunas ocasiones permite incrementar también los salarios en el país. De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), México es el país que más recibe inversión extranjera directa en América Central. Por ejemplo, en 2015 recibió aproximadamente el 70% de la IED total de la región.

Si bien, la IED es una importante variable macroeconómica para México, desafortunadamente, la cantidad de IED que ha recibido históricamente cada uno de los 32 estados que integran el país ha sido muy desigual. El cuadro 1 muestra el porcentaje de participación que cada estado ha tenido en el total de IED que recibió el país en el periodo 2005-2015.

Cuadro 1:
Proporción de IED total acumulada a nivel estatal
Periodo 2005-2015

Los 5 estados con más IED Los 5 estados con menos IED
Estado Proporción Estado Proporción
Ciudad de México 19.90% Chiapas 0.40%
Estado de México 9.60% Colima 0.50%
Nuevo León 9.40% Tlaxcala 0.50%
Chihuahua 6.80% Campeche 0.50%
Jalisco 5.60% Yucatán 0.60%

Fuente: Estimaciones propias con datos de la Secretaría de Economía.

En el cuadro se puede observar, por un lado, que la Ciudad de México ocupa el primer en atraer la mayor cantidad de IED hacia el país, con un 19.9% del total recibido en todo el país durante el período 2005-2015. Por otro lado, el estado de Yucatán muestra que atrajo menos del 1% del total de IED recibida en el país en el mismo periodo. Esta es una señal de la importante disparidad de IED que existe en el país.

La desigual inversión extranjera que reciben los estados ha tenido fuertes repercusiones en el crecimiento económico de cada uno

A pesar de que la Ciudad de México es un fuerte receptor de IED, el TLCAN ha fortalecido la independencia económica de diversas regiones en el país; además ha ayudado a que otras regiones sean también fuertes receptoras de IED en el país. Por ejemplo, el cuadro 1, también muestra que cinco estados en el país (Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Chihuahua y Jalisco) reciben en su conjunto más del 50% del total de IED que ingresa al país. Asimismo, los cinco receptores de IED menos importantes en el país recibieron apenas un 2.4% del total, dichos estados son Chiapas, Colima, Tlaxcala, Campeche y Yucatán.

Esta disparidad de IED recibida entre los estados del país sin duda ha tenido y seguirá teniendo fuertes repercusiones en el crecimiento económico de cada una de estas entidades. Como resultado de tal disparidad, es de esperarse que las entidades que más reciben IED tengan en forma continua un mayor crecimiento económico, mayores y mejores oportunidades laborales, mayor productividad laboral, mayor crecimiento en salarios y exista una mayor migración hacia estos estados, por mencionar solo algunos impactos económicos. Lo opuesto, se esperaría que ocurra en los estados que han recibido históricamente las menores cantidades de IED.

Como reflexión, valdría la pena considerar: ¿Qué debemos hacer como país para que el crecimiento económico entre los estados no sea tan desigual? ¿Cómo le podemos hacer para que los estados menos favorecidos del país en IED reciban más inversión de la que históricamente han recibido?

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El autor de este artículo de opinión es profesor de Economía y Finanzas en la EGADE Business School. Sus áreas de interés son Macroeconomía, Economía regional y Comercio internacional. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt; su correo electrónico es: eduardo.saucedo@itesm.mx

 

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