Antropoceno, la época marcada por la huella humana

Por Gabriela Faz

Según la ONG Global Footprint Network, el pasado 1 de agosto fue el día que la humanidad agotó todos los recursos naturales (agua, árboles, suelo fértil y peces) que tenía disponibles para el 2018. Tal día tiende a ocurrir más pronto cada año. “Esto significa que, al día de hoy, la humanidad está usando los recursos 1.7 veces más rápido de lo que los ecosistemas pueden regenerar”, comentó el Dr. Luis Ricardo Fernández Carril.

Hoy por hoy estamos en una era geológica distintivamente marcada por los impactos humanos: el Antropoceno. Este fenómeno es explicado por los profesores de la Escuela de Humanidades y Educación del Tec de Monterrey, Francisco Javier Carrillo Gamboa, investigador del Grupo de Enfoque de Ciencia, Tecnología y Sociedad; y Luis Ricardo Fernández Carril, quien además se desempeñó como secretario técnico de la Comisión Especial de Cambio Climático del Senado de la República.

Antropoceno es el nombre con el que se propone denominar a la actual era geológica, caracterizada por una serie de huellas que prevalecerían por miles y miles de años en diversos estratos terrestres. Esta iniciativa, acompañada por la polémica entre algunos miembros de la comunidad científica y medios de comunicación, nos da la oportunidad de repensar en dónde nos encontramos con respecto a la problemática medio ambiental.

“Sólo tenemos un planeta para vivir, así que todos, simplemente con nuestras acciones cotidianas y nuestra forma de vida estamos, lo queramos o no, en medio de esta problemática”, comentó el Dr. Fernández Carril. Tan es así, que para el 2050, el peso de los residuos plásticos en los océanos podría ser superior al peso de todos los peces del planeta.

Esta actualidad que nos ha tocado vivir nos debe remitir antes que a la desesperanza, a una cuidadosa reflexión.

“Estamos en la vorágine de seguir haciendo lo mismo de siempre,
y eso es lo más inquietante; nuestro dilema existencial como especie
es si lograremos romper a tiempo la cultura económica
globalizada en la que estamos inmersos”, Dr. Francisco J. Carrillo

Para analizar los dilemas del desarrollo ante el Antropoceno, el doctor Francisco Javier Carrillo, quien trabaja en el análisis de este fenómeno y sus repercusiones en diversos ámbitos, comentó que lo primero que se requiere es abandonar el imperativo tecnocrático, -que pretende tener soluciones para todo-, y adoptar uno reflexivo. “De inicio, no parece viable tratar simplemente de intervenir la naturaleza para “restaurarla”, sino más bien comprender precisamente la inviabilidad del paradigma que nos trajo a esta circunstancia”, destacó el investigador.

Comentó que también es necesario redefinir los términos de relación de los humanos con los demás seres vivos y el universo mismo. Urge revisar, recalcó, los presupuestos de progreso y desarrollo fincados en el crecimiento económico y la explotación ilimitada del medio natural, así como sus patrones asociados de extracción, producción, consumo y deshecho.

En contraste, añadió, el nuevo planteamiento sugerido es la transición de una sociedad industrial intensiva en el consumo material a una basada en la preponderancia de los valores intangibles y el abatimiento del abuso al medio ambiente. Señaló que si bien la lógica elemental revela la imposibilidad de la explotación infinita de los recursos finitos que contiene el planeta, los modelos de crecimiento económico prevalecientes se encuentran lejos de reconocer esta realidad y adaptarse a ella.

El planeta está enfermo
Según los investigadores, para comenzar a subsanar el planeta lo primero que hay que hacer es promover un alfabetismo ambiental, necesario para definir cuál es nuestra realidad, cómo se manifiesta, cuáles son los aspectos más fundamentales que sugieren una condición de crisis existencial, no sólo para los seres humanos sino para todas las formas de vida del planeta.

El doctor Carrillo destacó que actualmente se identifican 9 ‘enfermedades’ consideradas como mortales para el planeta y que se encuentran ampliamente documentadas, pero que a pesar de ello no han podido generar cambios significativos en la forma en que el ser humano vive.

“Uno de los principales dilemas ante el que nos enfrentamos, tan fascinante como aterrador, es la respuesta humana ante estos hechos, y conocer con qué elementos contamos como antecedentes para comprender, crear consciencia y actuar adecuadamente”, comentó.

La respuesta humana al Antropoceno
¿Por qué el deterioro ambiental, que tiene décadas de estarse haciendo patente, no ha desembocado aún en una acción real, a pesar de estar alcanzando niveles críticos y potencialmente irreversibles? Hoy por hoy es crucial promover un establecimiento de políticas e incentivos para reencausar el círculo vicioso en el que estamos envueltos.

Lo primero que se debe tener claro es que el planeta no existe solo para nosotros, no pertenece exclusivamente a los seres humanos. “Para alcanzar este entendimiento es importante hacer un análisis desde diferentes frentes y realidades como las ecológicas, ambientales, geológicas, climáticas, epidemiológicas y nutricionales; pero también desde vertientes de la filosofía y de la ética como el posthumanismo, el realismo especulativo y los nuevos materialismos, a fin de reinterpretar el sentido de lo humano frente al mundo que habitamos”, recalcó el doctor Carrillo.

En el Grupo de Investigación, y con la colaboración de especialistas internacionales, se está abordando este fenómeno con una amplia mirada donde “se pretende dilucidar las implicaciones de la disyuntiva entre una agenda Transhumanista caracterizada por la Convergencia NBIC (Nanotecnología, Biotecnología, Tecnologías de Información y Ciencias Cognitivas), que conlleva una sumisión definitiva de la naturaleza humana ante la tecnología; por oposición a una agenda Posthumanista en la que lo humano no domina Lo Otro sino que se integra con ello, comentó.

“¿Existe un asunto más apremiante y de mayor relevancia para la
investigación científica que la respuesta humana al Antropoceno, que nos
prospecta en el umbral del autoexterminio como especie y del colateral desencadenamiento de una Sexta Gran Extinción?”

Desde diferentes perspectivas como el alfabetismo ambiental; el análisis comportamental (psicología cognitiva, evolutiva y neurología); la cultura económica; el neourbanismo y el desarrollo localizado es desde donde se ha identificado un importante vacío en el que se tiene muy poco avance: la negación y parálisis humanas ante el Antropoceno.

“Los grandes problemas de la humanidad relacionados con el deterioro social y ambiental llevan a analizar esta potencial catástrofe y a replantear nuestras prácticas desde perspectivas como el desarrollo urbano y la creación de ciudades de conocimiento. El surgimiento de este tipo de conciencia es imperativa para transformar de raíz la relación del ser humano con el planeta”, reflexionó el Dr. Carrillo.

Por su parte, el Dr. Fernández comentó que también es necesario el esfuerzo de los artistas y de los humanistas para moldear los términos bajo los cuales la sociedad se debe adaptar a las problemáticas de esta era y sus consecuencias.

“Desde las universidades, las humanidades tienen la labor de incentivar el diálogo con las ciencias y la tecnología, de ser parte de la solución a través de la gestión de medidas creativas y de despertar la sensibilidad para explorar nuevos caminos”, finalizó.

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