De la basura a una vivienda digna

Por Gabriela Faz

Según diversos análisis de campo que se han realizado durante años, se sabe que una de las mayores deficiencias de las viviendas, sobre todo en la región noreste de México, es el confort en cuanto a su aislamiento térmico, ya que casi todas las construcciones se realizan con un mismo material que por lo regular no está tratado para aislar.

Para solucionar este problema surgió el interés de un grupo de investigadores por trabajar con un material que, obtenido de productos posconsumo, se puede convertir en un aislante térmico para viviendas, especialmente las de nivel socioeconómico bajo, que es en donde existe una mayor vulnerabilidad.

“La basura es un recurso muy importante que se puede convertir en riqueza”, comentó el doctor Pedro Pacheco, tutor responsable de la empresa en incubación SIDCA, quien, junto a Luis Alejandro Arcos Garza, líder del proyecto, destacaron que en las exploraciones bibliográficas y de campo que han realizado, descubrieron que existe una gran cantidad de desechos que pueden utilizarse como materiales de construcción.

La Célula de Incubación SIDCA aprovecha los residuos de celulosa y los convierte en un material de construcción aislante y económico, ya que en su misión destaca la idea de diseñar y construir espacios habitables dignos y al alcance de todos.

“La idea es crear un producto accesible para el segmento de la población que se encuentra en la base de la pirámide”, agregó Luis Alejandro Arcos, quien en sus estudios de la Maestría de Diseño Industrial e Innovación de Productos (MDL), enfoca sus investigaciones hacia el proceso de aislamiento realizado a través de desechos posconsumo de la celulosa y otros agregados.

“En este momento el producto y la empresa están en etapa de exploración y gestación, para lo que se están realizando pruebas en laboratorios y con softwares especializados, así como prototipos uno a uno.

Durante el proceso se analizaron diversos materiales con los que se podría desarrollar el producto, destacándose el papel periódico, ya que se puede recolectar fácilmente antes de que llegue a los basureros municipales”. Además, “actualmente estamos en la etapa de transferir estos conocimientos a un modelo de negocio, ya como empresa, que es donde nace SIDCA”.

“Hay que creérnosla”

Por su parte, el doctor Pedro Pacheco comentó que desean crear una revolución en la mente de los diseñadores. “Los diseñadores mexicanos estamos muy acostumbrados a consumir diseño y productos desde el exterior. Tenemos que creernos y sentirnos campeones como diseñadores, saber que podemos producir material apropiado, rentable y que cuente con los requerimientos necesarios para salir al mercado.

“Los sistemas de construcción tienen que transformarse para permitir que la inversión que una familia hace en su casa habitación se pueda modificar de acuerdo a sus necesidades. Por eso nuestro sistema se podrá armar y desarmar como un mueble”

“Con estas medidas queremos demostrar que si hay interés desde el ámbito del diseño arquitectónico por hacer aportaciones a la economía de los grupos marginados o vulnerables” agregó.

Actualmente los productos prefabricados están teniendo gran auge porque la fabricación en masa y su sistematización reduce costos, permite un mayor control de calidad y permite que el usuario final intervenga en el ensamble.

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