Elecciones, pandemia y política en México
Redacción Transferencia
Entrevista al Mtro. Arturo Sánchez Gutiérrez
En un mensaje reciente el Dr. David Garza, presidente del Tecnológico de Monterrey, habló sobre las 3 P que marcaron durante el último año a nuestra sociedad, Política, Polarización y Pandemia.
Partiendo de esta reflexión, el Mtro. Arturo Sánchez Gutiérrez, profesor investigador del Tec de Monterrey, y quien fuera consejero del INE, reflexiona sobre cómo esto incide en nuestra participación política y resalta la importancia de actuar y unirnos como sociedad para construir un mejor futuro, y que mejor oportunidad que involucrarnos en las elecciones para lograrlo.
Pero, además, en su análisis el Mtro. Sánchez agrega una cuarta P, la de Participación, que es la que nos vincula más claramente con el proceso electoral de este fin de semana.
¿Cómo se puede contextualizar el entorno político mexicano actual?
Analizando las 4 P que nos ocupan, considero que la primera debe ser la de Política, no sólo por las próximas elecciones, sino por lo que significa el término, el sentido y la forma de hacer política desde la llegada del presidente López Obrador.
Después de 1997, cuando Ernesto Zedillo perdió el control de la cámara de diputados, y con ello la posibilidad de pasar leyes y proyectos que sólo la figura del presidente apoyara, hubo un cambio. A partir de ese año una serie de factores determinaron un destino nuevo a la política mexicana, y lo que empezó a imperar fue la negociación política.
Durante el tiempo comprendido entre 1997 y 2018 se tuvo que reconocer un México plural en el que era necesario que las diferentes partes tuvieran injerencia en la construcción de los acuerdos, particularmente, del Congreso de la Unión. Esto hizo que la política adquiriera una dinámica muy conveniente en el que se planteaban pesos y contrapesos en la toma de decisiones, y en donde el presidente podía tener ideas importantes y como jefe de gobierno podía conducir ciertas estrategias, pero que el Congreso podía condicionar, acotar y decidir si aprobaban o no ciertas reglas, esto implicaba, si se quería llegar a acuerdos, una negociación. Esta forma de hacer política hacía que la toma de decisiones involucrara una negociación política.
Lo que cambió a partir del 2018 fue esa tradición de negociación, derivando en que ahora el presidente López Obrador y su partido Morena, que cuenta con la mayoría dentro del Congreso, no necesitan negociar para aprobar leyes y propuestas. Esta característica genera en automático un problema, que es la que denominamos como la segunda P: la Polarización.
¿Cómo se define la Polarización actual en México?
Sencillo, o estás conmigo o estás en contra mía. Esto es lo que ha dividido a la sociedad en dos grupos, es decir, México se polarizó entre los que sí están de acuerdo con el presidente y su partido político, y los que no, que es la oposición que vota en contra. Esta situación ha vuelto muy complicada la negociación política.
Creo que en los primeros meses de este sexenio la negociación buscó subsistir, pero finalmente, ante la radicalidad de ciertas políticas presidenciales, acabó por desaparecer y entonces Morena empezó a tomar decisiones por sí mismo, haciendo a un lado a la oposición.
Por su parte, el presidente también reforzó esta polarización en la sociedad poco a poco desde sus transmisiones diarias llamadas las mañaneras, calificando de conservadores o “fifis” a los que no están de acuerdo con sus ideas, y apoyando a los que están de acuerdo con su punto de vista. Esta situación ha derivado en políticas públicas unilaterales para enfrentar la situación sanitaria que prevalece actualmente en el mundo y que se analiza con la tercera P: la Pandemia.
¿Cuál es el vínculo entre política y Pandemia?
En nuestro contexto la Pandemia no sólo nos refiere al Covid-19, sino a una situación mucho más compleja y de carácter global, pero que tuvo que ser atendida nacionalmente a través de políticas públicas mexicanas.
La pandemia en México ha tenido características propias debido a las políticas que se han aplicado para enfrentarla. Como un ejemplo, los críticos destacan que no se diseñó una estrategia clara para resolver el problema de las vacunas desde el principio.
Esta pandemia deja clara la necesidad de mejorar las políticas públicas en México, y no sólo las relacionadas al Covid-19, sino todas las que tienen que ver con salud en general, como la relacionada a la transformación y eliminación del seguro popular y a la creación improvisada del Instituto de Salud para el Bienestar.
Esta problemática no solo ha comprometido al sector salud, sino que también otros sectores se han visto afectados por la falta de políticas públicas adecuadas, que hasta hoy han permitido, por ejemplo, detener el avance de una política energética basada en energías limpias, o promover ideas unilaterales tomadas por el presidente, como la cancelación de un aeropuerto que significaba toda una estrategia nacional de comunicación aérea.
Contar con políticas públicas adecuadas es trascendental para el desarrollo de una nación.
¿Cómo se vincula la Participación en el contexto actual?
Justo aquí es dónde es importante destacar la cuarta P, la de Participación, ya que, si queremos un cambio en la situación política actual y queremos pensar en un México para beneficio de todos, necesitamos contar con la participación política de los ciudadanos. Si no promovemos la participación le estaríamos entregando al presidente de la República y su partido la toma de decisiones libre y acríticamente. En cambio, si participamos desde las diferentes áreas cómo la civil o la académica, por ejemplo, estaremos haciendo un contrapeso de parte de la sociedad.
El hecho de que alguien gane una elección no quiere decir que siempre tenga la razón, ni que todo lo que haga esté bien. Ningún gobierno gana con el 100% de la votación a no ser que sea una dictadura, así que lo que tenemos que hacer valer con la participación es que, si bien el presidente López Obrador y su partido tienen una mayoría legítimamente ganada en las elecciones, eso no les da la atribución para gobernar sin tomar en cuenta a los demás.
La participación ciudadana se trata de hacer valer la presencia de los ciudadanos.
De ahí la importancia de reflexionar sobre estas 4 p en tiempos de elección, ya que, por la coincidencia de las elecciones locales con la federal, y por la cantidad de puestos políticos que se van a definir este domingo 6 de junio, la participación es de vital relevancia.
Con el resultado de este domingo podremos darnos cuenta de si la polarización va a continuar, si el estilo de hacer política desde el centro y con la mayoría presidencial va a seguir, o si la ciudadanía quiere algo distinto. Podremos también definir si el mapa político del país se va a mantener, fortalecer o a debilitar en contra de Morena.
¿Cuál es el futuro de nuestra democracia?
Es difícil definirlo, pero lo primero que se tiene que hacer para saberlo es cuestionarnos partiendo de este momento histórico de pandemia a nivel global y, sobre todo, en México.
¿Va a ser igual la democracia después de la pandemia?, ¿qué va a pasar con los partidos políticos?, ¿qué nuevas formas de participación ciudadana encontraremos?, o ¿qué instituciones tenemos que reforzar o defender?
El cuestionamiento es primordial y nos atañe a todos, y desde la academia es donde se puede cultivar esa cultura, y no solo cuestionarla, sino replantear el trabajo, adecuarnos a los tiempos políticos.
¿Qué se puede hacer desde la academia?
¡Fortalecer la democracia! El populismo que se está viendo últimamente no solo a nivel nacional sino internacionalmente, apunta a una problemática de este sistema político, por ello es primordial investigar esta situación y definir qué es lo que está pasando con la democracia.
Es esencial promover la investigación política para diseñar nuevas capacidades, replantear las situaciones que han fallado hasta ahora, y proponer soluciones innovadoras y acordes al contexto político nacional.
Debemos fortalecer la investigación en política y con ello buscar la transformación de estas 4 P para replantearlas desde diferentes perspectivas.
Cambiemos la Polarización por Pluralidad, la Pandemia por Políticas Públicas adecuadas, la Participación por Incidencia y, por último, pero no menos importante, transformemos la Política en una Democracia adecuada para el desarrollo de nuestro país.