Haciendo comunidad de cara al COVID-19
Por Yebel Durón
Sin duda alguna el COVID-19 nos ha enfrentado y nos seguirá enfrentado a retos de muy alto calibre, el principal, el médico. Pero existen otros aspectos que cobran particular importancia cuando una crisis de la magnitud de la que enfrentamos nos alcanza. Algunos de ellos, y que se han puesto en evidencia en estos tiempos, son los relacionados con la sobrevivencia de pequeños comerciantes, así como la atención a grupos vulnerables.
Supongamos que en una comunidad existe una cantidad determinada de pequeños comerciantes, todos ellos intentado salir adelante en un ambiente de incertidumbre, pues de la noche a la mañana la dinámica diaria de sus pequeños comercios cambió. De un día para otro su modo de sustento se ha visto afectado de forma radical. Por otro lado, se encuentran las personas que pertenecen a grupos vulnerables, como los adultos mayores, quienes en situaciones como la contingencia sanitaria que vivimos actualmente se vuelven aún más vulnerables. Todos ellos forman parte de la misma comunidad y con necesidades específicas.
Partiendo de esta base, investigadores de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño, atraídos por la iniciativa Think Tank Post COVID-19 del Tec de Monterrey, se encuentran desarrollando un proyecto titulado “Aplicación de tecnologías de la información para apoyar la toma de decisiones en programas socioeconómicos ante el COVID-19. Un estudio de caso de Atizapán de Zaragoza, Estado de México”.
¿De qué va este proyecto?
El proyecto se concibió para dar respuesta a la propuesta de suministro de voluntarios para ayudar a grupos vulnerables, que fue dada por las autoridades nacionales a través de Protección Civil. Las autoridades municipales debían elaborar un plan de distribución a nivel local. La aportación de este proyecto es que proporciona las herramientas tecnológicas para calcular la cantidad de voluntarios que se necesitan para dar apoyo, así como en la identificación de dónde se necesita el apoyo, a través de los mapas desarrollados. El municipio organizará y administrará la logística.
De esta manera, conjuntando los esfuerzos del gobierno, los ciudadanos voluntarios, los científicos y los comerciantes se pretende hacer comunidad de cara al COVID-19.
A través de esta plataforma digital, la gente vulnerable podrá conocer los productos y servicios que se ofrecen cerca de sus viviendas
El proyecto es liderado por la Dra. Aleksandra Krstikj, profesora-investigadora del Departamento de Arquitectura del Tec de Monterrey en Campus Estado de México, y tiene como colaboradores al Dr. Neil Hernández, Director de Investigación del Tec de Monterrey; Moisés Contreras, profesor del Instituto de Ingeniería de la UNAM, y el profesor Francisco Hunken, profesor-investigador del Departamento de Diseño Industrial del Tec de Monterrey en Campus Estado de México. Asimismo se cuenta con el apoyo de la Lic. Alejandra Zepeda, titular de la oficina de la Dirección de Desarrollo Económico del H. Ayuntamiento de Atizapán de Zaragoza, instancia a través de la cual se obtuvo la lista de tiendas locales, sus contactos, así como la información sobre inventarios de productos.
La lista de las tiendas locales se utilizó para contactar a cada comercio e invitarlos a participar en esta iniciativa. A la fecha, 200 comercios han respondido positivamente a este llamado. También se contó con la participación de más de 20 alumnos becarios del Tec de Monterrey, quienes participaron en la recolección de información.
Una herramienta geoespacial
En este estudio, los investigadores diseñaron una herramienta geoespacial y matemática para mejorar la toma de decisiones en la coordinación de la ayuda voluntaria a los grupos de alto riesgo, quienes permanecen en cuarentena domiciliaria durante la pandemia de COVID-19. Se estableció la proximidad de los servicios y se censó la población de la tercera edad, así como su marginación y la necesidad de ayuda que estos tienen, como aspectos cruciales del modelado.
El modelo/herramienta se desarrolló en tres etapas:
1. Evaluación de la proximidad a los servicios mediante el diagrama de Voronoi.
Se evaluó la accesibilidad por regiones bidimensionales relacionadas con la distancia, según el diagrama de Voronoi. El diagrama de Voronoi es una estructura fundamental en la geometría computacional que captura profundamente la noción de proximidad en entornos y proporciona un medio para dividir el espacio en subregiones para facilitar la manipulación y el modelado de datos espaciales. El diagrama de Voronoi permitió obtener regiones de servicio donde todas las casas de esa región están ubicadas más cerca de ese servicio en particular. Por lo tanto, la distancia mínima es una característica inherente del diagrama de Voronoi. Especialmente en las regiones en desarrollo que enfrentan desafíos en recursos humanos y materiales, así como desigualdades espaciales en la distribución de servicios, este método puede mejorar significativamente la coordinación de la distribución de ayuda voluntaria a nivel local, ahorrando efectivamente los recursos nacionales.
2. Cálculo del número de voluntarios para cada barrio, sobre la base de la población de adultos mayores que requieren ayuda y la proximidad al servicio.
El escenario que se obtuvo en este estudio es el más conservador, bajo el cual se pretende asegurar ayuda voluntaria para cada persona mayor en cada vecindario. Sin embargo, si se considera que los voluntarios pueden apoyar a los ciudadanos semanalmente o usar transporte motorizado, la cantidad de voluntarios proyectados se reduciría. El hallazgo importante es el factor “n” proporcional necesario, a nivel de vecindario, que se puede ajustar a los recursos municipales o nacionales disponibles. Para este estudio se estimó que 43 vecindarios requieren hasta 100 voluntarios por día; 55 vecindarios ubicados principalmente en la zona central y noreste requieren hasta 200; 21 vecindarios agrupados en el sur y el noreste requieren hasta 300; 7 barrios en la periferia sur y norte requieren hasta 400; 2 barrios requieren hasta 500, mientras que un vecindario ubicado en el extremo este del municipio requirió hasta 600 voluntarios. Finalmente, para identificar las zonas más críticas que necesitan voluntarios debido a la falta de servicios disponibles, la alta marginación y el hacinamiento, se evaluó el índice de angustia de los vecindarios identificándose cinco con índice alto y uno con índice muy alto, donde las operaciones de ayuda deben enfocarse.
3. Identificación del índice de malestar de los barrios en términos de los voluntarios necesarios versus la marginación.
Los resultados se calcularon a través de Matlab y QGIS, relacionando indicadores de proximidad al servicio, densidad de población y edad, con datos sobre la marginación. El mapeo reveló las diferentes condiciones de edad y provisión de servicios en diferentes vecindarios. Por ejemplo, los vecindarios ricos parecen tener más necesidad de voluntarios, ya que albergan a más personas mayores y carecen de una red de pequeñas tiendas locales (en su mayoría dependen del automóvil y dependen de las grandes cadenas de suministros ubicadas más allá de la vivienda). Por lo tanto, el problema de la distribución de voluntarios no solo está relacionado con factores socioeconómicos, sino también con la forma en que los territorios han sido diseñados a través de la infraestructura y las cadenas de suministro locales.
La segunda parte del proyecto generará soluciones para apoyar la reactivación de la economía local a través de una plataforma digital para un mercado virtual, donde las empresas locales (PyMEs) puedan atraer a más clientes. Además, con el lanzamiento de esta plataforma se apoyará a los grupos vulnerables, especialmente adultos mayores, acercándoles información sobre productos y servicios básicos en su zona.
“En tiempos de distanciamiento social, se ha puesto en evidencia la falta de información que existe sobre los productos y servicios de la localidad, de modo que, aprovechando las fortalezas del Tec en el ámbito digital, se está diseñando este espacio virtual donde el cliente pueda buscar un producto o servicio, y encontrar la tienda más cercana que lo venda, a no más de cinco minutos de distancia a pie. Esto es especialmente importante para los grupos de riesgo que deben quedarse en casa, pero carecen de información importante sobre los servicios en su zona”, explicó Aleksandra Krstikj, líder del proyecto.
Un desafío al que se han enfrentado los investigadores es el de poder identificar a aquellos adultos mayores de la zona que realmente necesitan la ayuda, dado que las bases de datos disponibles solo hacen referencia a las edades de los habitantes, pero no así a la urgencia de ayuda que necesitan, esto ya que la necesidad de ayuda no solo radica en el edad de la persona, sino también en su situación económica y en la red de contactos de amigos o familiares de los que disponga. Algunos adultos mayores tienen redes de ayuda cerca de ellos lo cual los deja en un nivel de menor vulnerabilidad. Para este desafío se planea contactar a grandes distribuidores para pedir su colaboración para identificar a estas personas más vulnerables, toda vez que las rutas de los grandes distribuidores tocan comercios de todos los rincones. Los investigadores del proyecto creen posible llegar a los comerciantes a través de estos distribuidores, a través de los cuales se podría dispersar y recabar información sobre la situación de los habitantes de la zona.
Un valor agregado de este proyecto, proyectado para la segunda etapa, es que a través de la aplicación se podrán conocer las historias personales de los comerciantes que están integrados en la página. “Ya sea que un día conozcamos la historia de Juan, el carnicero, quien encontró en la venta de carne la forma de sacar adelante a su familia de seis, de los cuales el hijo mayor es el primero en toda su familia que logra estudiar una carrera universitaria; o que otro día conozcamos a Raquel, quien tras la muerte de su esposo ha logrado darle sentido a su vida con el negocio de comidas caseras que desde niña soñó y que, hoy por hoy, le ha permitido darle a sus hijos lo necesario para vivir. Lo seguro es que estas historias contribuirán a crear y fortalecer el sentido de comunidad de las personas que pertenecen a la misma. Luego entonces se venderán los productos”, dijo.
En términos de desarrollo, el proyecto se encuentra en la fase uno, de captura de información, y se espera en agosto tener la primera página disponible para la comunidad. De acuerdo a la doctora Aleksandra, el impacto económico de esta situación no es solo inmediato, sino que va a tener implicaciones más graves en el mediano y largo plazo. En este contexto en septiembre se podrán evaluar los primeros resultados del uso de esta plataforma y se podrán hacer ajustes, lo que constituirá un apoyo para la reactivación económica de los comercios de esta zona.
¿Cómo funciona la plataforma?
La investigadora aseguró que hacer uso de la plataforma será muy sencillo. Se trata de una página a través de la cual se podrán conocer los productos y servicios que se ofrecen muy cerca de las viviendas. Se podrá hacer uso de algunas de las siguientes opciones: obtener la ruta para llegar al establecimiento e ir la persona por sus propios medios; mandar un mensaje de texto o WhatsApp para que se prepare todo lo que se va a comprar y simplemente pasar a recogerlo, limitando con ello el contacto físico con otras personas; o bien se podrá presionar el botón de ayuda con el cual se podrán solicitar los productos, y recibirlos y pagarlos en casa, a través de la apoyo de los voluntarios del municipio.
“Proyectos como éste permiten la transformación de la economía global a economía local: esa debe ser nuestra nueva normalidad, la normalidad de voltear hacia nuestro lado inmediato privilegiando el consumo de lo local y lo hecho por nuestra propia gente. No se trata solo de crear una ciudad resiliente, sino de ser parte de una de comunidad resiliente. Hoy por hoy es necesario repensar la realidad de las ciudades. Actualmente la densidad urbana tiene otra dimensión que tiene relación estrecha con el acceso a recursos y servicios. ¡Creemos comunidad antes de vender productos!”, finalizó.