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Planear para el futuro: reducir la brecha digital con el diseño

(Foto: Adobe Stock)

Por Inés Álvarez-Icaza Longoria

La rápida evolución tecnológica es lo que ha definido a las dos primeras décadas del milenio. Algunos pensamos que la humanidad se encuentra frente a un momento crucial, en el que cambiar el curso del desarrollo tecnológico puede llevarnos a un mundo más incluyente y justo. Sabemos que las transiciones socio-tecnológicas, aquellas que provocan cambios profundos en la sociedad y su cultura, ocurren en periodos de tiempo largos. Sin embargo, si estos cambios se planean con una visión estratégica, seguramente podremos llegar al futuro que deseamos más justo, sostenible y equitativo. Para ello, es necesario saber cuál es nuestro punto de partida, es decir, qué se ha hecho en la búsqueda de una transición hacia una tecnología más accesible.

Considerando que el acceso a las tecnologías de comunicación e información (TIC’s) son de gran beneficio en las vidas de las personas (Vercruysse & Reid, 2018), resulta relevante eliminar las brechas digitales. En los últimos 20 años, éstas han sido el foco de atención en muchos campos del conocimiento: económico, tecnológico, educativo y social. En diversas partes del mundo, académicos, legisladores y empresarios han discutido sus causas y consecuencias, tratando de entender las diferencias entre las capacidades de las personas para acceder a datos y para usar las tecnologías digitales (World Economic Forum, 2021).

La nueva cara de la desigualdad

Desde el año 2020, a causa de la pandemia por el virus COVID-19, se ha enfatizado sobre la noción de que las brechas digitales son “la nueva cara de la desigualdad” (UN News, 2020) debido el efecto negativo que tienen en el desarrollo individual y comunitario. Además, varios estudios muestran que este fenómeno alienante se relaciona con otras formas de desigualdad como la pobreza, el analfabetismo, la falta de capacitación y educación, la edad, el género, la ubicuidad, etc.

Por lo tanto, gobiernos, empresas, instituciones educativas y sociedad civil han tomado algunos compromisos para cerrar la brecha digital. Entre éstos se cuenta el Cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible: “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Específicamente, la Meta 4.5 se enfoca en eliminar las disparidades en la educación y garantizar el acceso equitativo a los grupos vulnerables […]” (The 2030 Agenda for Sustainable Development, 2015). Para lograr esta meta, es necesario tomar acciones concretas hacia la formación de habilidades individuales y la eliminación del analfabetismo digital en los grupos de población marginados y vulnerables.

Los adultos mayores, las personas con discapacidad, los miembros de pueblos originarios y también, las mujeres, son grupos de personas que padecen en mayor medida los efectos de la brecha digital. Las consecuencias de conservar esta brecha es que, debido a la rápida evolución tecnológica, ésta se extienda y alcance en el futuro cercano, a aquellos que aún no la ha sufrido. Por otro lado, los beneficios de diseñar tecnología accesible, pueden ser la respuesta a un canal de innovación que provenga directamente de la comprensión de las necesidades de estos grupos de personas.

Para ejemplificar lo anterior, pensemos en una persona de edad avanzada, que no tiene experiencia previa en el uso de un cajero automático. Podemos imaginar que es probable que, al intentar usar el dispositivo, esta persona experimentará procesos frustrantes o fallidos, lo que le apartará de recibir los beneficios de esta tecnología. Durante este proceso hay información (datos) que pueden ser extraídos de esta interacción, entre la persona y el
dispositivo, y que pueden ser de gran ayuda para entender la mejor forma de diseñarlo en el futuro cercano. Una observación detallada del comportamiento de las personas, que no son usuarios típicos de tecnología, podría conducir a nuevas y mejores formas de diseñar los servicios y productos. De ser así, entonces este conocimiento también puede promover el incremento de capacidades y habilidades en la persona, porque se estaría partiendo directamente de las necesidades de los usuarios.

Mapeo e investigación del digital gap

Lo anterior es el planteamiento de una investigación realizada en el programa de doctorado en Ciencias de la Ingeniería en el Tecnológico de Monterrey. Como parte de ese trabajo, se realizó un mapeo sistemático de literatura de 180 artículos publicados desde el año 2000 hasta el 2021, sobre “Brecha Digital” (digital gap). El propósito de este mapeo es  comprender cómo el diseño de tecnología ha abordado la atención a los grupos de personas mencionados y si se ha considerado, en el proceso de diseño, las capacidades de los individuos como eje de diseño.

Para llevar a cabo el mapeo, los documentos fueron recuperados desde dos bases de datos, agregando términos relacionados con el género, la edad, la etnia y las discapacidades: los grupos de población que son especialmente vulnerable a los efectos de esta brecha. Posteriormente, se hizo una selección para encontrar aquellos que no aportaran al tema o se refirieran a otras definiciones del problema, lo que llevó a analizar a conservar únicamente 158 documentos con el enfoque deseado.

Algunos hallazgos

Después del análisis de los documentos recuperados en la búsqueda, el mapeo concluyó que:

  1.  Los enfoques para abordar este tema son tan diversos como las causas de este problema, que existe en múltiples niveles, es complejo e interconectado con otras formas de inequidad.
  2. Se encontró una diferencia significativa en la cantidad de reportes generados en países menos desarrollados (comparando con los países desarrollados), por lo que no fue posible tener una imagen completa de la situación a nivel mundial.
  3. La mayoría de los artículos publicados en la última década reportan un diagnóstico sobre el estado de la brecha digital y sólo 65 artículos describen la respuesta de aceptación de la tecnología en diferentes grupos de personas
  4. Finalmente, no se encontró ningún artículo que mencione procesos de diseño de TIC’s que consideren específicamente las necesidades y capacidades de los grupos vulnerables a las brechas digitales.

Por lo anterior, podemos pensar que generar información sobre el comportamiento de las personas, durante el uso de un dispositivo tecnológico, puede ser una respuesta ante la brecha digital. Esta investigación propone entonces, guiar hacia una mejor comprensión de las interacciones hombre-dispositivo, y aplicar esta información al diseño de productos y sistemas de servicios inteligentes, sensibles y sostenibles. Se espera que la información registrada conduzca a lineamientos de diseño para la identificación de características y capacidades de dispositivos tecnológicos.

Autora

Inés Alvarez-Icaza Longoria es Diseñadora Industrial por la Universidad Nacional Autónoma de México en 2003. Maestra en Ciencias y Artes para el Diseño, en el área Diseño, Tecnología y Educación por la Universidad Autónoma Metropolitana, U. Xochimilco, 2013. Candidata a doctorado desde 2019 en la Escuela de Ingeniería y Ciencias, en el Tecnológico de Monterrey, bajo la tutoría del Dr. Arturo Molina. Es Profesora del Departamento de Diseño en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, desde 2014, y directora del programa de Licenciatura en Diseño Industrial de 2015 a 2018. Miembro del Grupo Interdisciplinario de Investigación “Escalando el Pensamiento Complejo para Todos” del Institute for the Future of Education y miembro fundador del Taller Interuniversitario de Diseño en la Ciudad de México. También es par evaluadora del Consejo Mexicano para la Evaluación de Programas de Diseño (COMAPROD), desde 2016, y ha sido parte del jurado de la Bienal Mexicana de Diseño, Premio Nacional de Diseño y el Design Spotlight de la Organización Mundial del Diseño. Ha publicado y presentado ponencias en foros nacionales e internacionales y desarrollado desde el 2002, diversos proyectos de accesibilidad y diseño universal, tanto para el sector público como para el privado. Sus áreas de investigación son Metodologías de Diseño, Diseño para la Innovación Social, Diseño de Transición y Diseño Inclusivo.

Referencias

  • The 2030 Agenda for Sustainable Development. (2015). Sustainable Development Goal
    4 (SDG 4). La Asamblea General Adopta La Agenda 2030 Para El Desarrollo Sostenible. https://sdg4education2030.org/the-goal
  • UN News. (2020). Global perspective Human stories. https://news.un.org/en/story/2021/04/1090712
  • Vercruysse, J., & Reid, F. (2018). World Economic Forum. The Fourth Industrial
    Revolution Can Close the Digital Divide. This Is How.
    https://www.weforum.org/agenda/2018/09/how-do-we-close-the-digital-dividein-the-fourth-industrial-revolution/
  • World Economic Forum. (2021). Error 404: Barriers to Digital Inclusivity. Reports.
    http://reports.weforum.org/global-risks-report-2021/error-404-barriers-to-digitalinclusivity/

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