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Los recursos internos son la clave de una buena estrategia empresarial

(Foto: Adobe Stock)

Por Daniel Maranto

Las organizaciones navegan en entornos cada vez más complejos y cambiantes, en donde los marcos de referencia para la toma de decisiones están migrando para una mejor definición de la estrategia empresarial que permita a las organizaciones crear valor para sus diferentes públicos. Por este motivo, el término innovación ha tomado aún más relevancia, así como el desarrollo de talento humano como actor central en la estrategia empresarial.

En el artículo de investigación “Development of internal resources and capabilities as sources of differentiation of SME under increased global competition: A field study in México” (Maranto-Vargas y Gómez-Tagle Rangel, 2007) valoramos cuánto de la varianza en los resultados de una pequeña o mediana empresa, medido por tasa de crecimiento en participación de mercado, eficiencia, productividad y resultados financieros es explicado tanto por factores internos como externos a la organización.

Los resultados fueron muy alentadores en cuanto a que dos terceras partes (2/3) de la varianza en los resultados de la organización fueron explicados por factores internos a la misma; mientras que un tercio (1/3) fue explicado por factores externos. Este hallazgo abre importantes posibilidades para la organización: habiendo seleccionado una industria en la cual participar, los resultados organizacionales dependerán de factores mayormente controlables por el equipo directivo de la empresa.

Factores internos

En cuanto a los factores internos, lo que más contribuye a los resultados organizacionales es tener una estrategia definida y compartida, sistemas de trabajo ágiles para la implantación de la estrategia y talento humano motivado y capacitado para realizar sus funciones. Dentro de los factores tecnológicos, lo que más contribuye a los resultados organizacionales es lo que se llama tecnología suave —políticas de operación, procesos, procedimientos, métodos de trabajo y sistemas operativos.

Se comprobó que el talento humano capacitado contribuye a los resultados financieros de las pymes

Las empresas que en su estrategia enfatizan la innovación, desarrollo de conocimiento y de competencias internas, han incrementado su participación en contextos multinacionales y han generado ventajas competitivas especializadas.

Factores externos

En cuanto a los factores externos, aquellos relacionados a la estrategia general del sector industrial son los que contribuyen principalmente a los resultados de la empresa, de aquí la relevancia de las cámaras empresariales y organismos intermedios para apoyar el desarrollo de una industria en particular en una determinada región. En cuanto a las políticas de gobierno, lo más importante para explicar el éxito en los resultados de la empresa son las políticas de atracción de capital. En cuanto a las condiciones de mercado, los factores que más impactan los resultados de la organización son las adecuadas relaciones entre competidores, el adecuado manejo a las barreras de entrada a la industria y el grado de concentración del sector.

Adicionalmente, en la investigación de referencia encontramos que la interacción entre las organizaciones, las políticas de gobierno, las instituciones educativas y los centros de investigación juegan un papel clave en el desarrollo de una región.

A manera de analogía, hacer estrategia es como una moneda en donde una de sus caras es el entorno, en donde el equipo directivo identifica y crea oportunidades para generar valor y la otra cara son las competencias de la organización para tener una propuesta al cliente objetivo por la cual está dispuesto a pagar.

Competencias especializadas

Los resultados anteriores nos llevan a enfatizar que el desarrollo de competencias especializadas en la organización, que sean claves para la industria en la que se ha decidido participar, tendrán un impacto positivo en los resultados de la organización. Está en manos del equipo directivo generar las condiciones al interior de la organización para que estas competencias se desarrollen y evolucionen en el tiempo para que la empresa tenga posibilidades de obtener resultados favorables aún en contextos difíciles como en los que vivimos en la actualidad.

Las competencias especializadas remiten al desarrollo del talento humano, desde los procesos de atracción de talento, su entrenamiento, evaluación, retención, desarrollo con base en méritos hasta el cumplimiento por parte de la dirección de las promesas generadas. De manera complementaria, será necesario dotar al talento humano con los equipos y sistemas de trabajo que le permitan realizar sus funciones en concordancia con los objetivos acordados, dentro de una estrategia definida por el equipo directivo y compartida en la organización.

El talento humano preparado de esta manera será también capaz de generar innovaciones en procesos que generen eficiencias en la organización, así como productos y servicios que el cliente objetivo esté dispuesto a adquirir. Dado lo cambiante del entorno, estas competencias tendrán que evolucionar, lo cual lleva a generar las condiciones para un continuo aprendizaje entre los miembros de la organización y que estas ventajas competitivas se vayan construyendo en el tiempo.

Un talento humano capacitado es capaz de generar innovaciones de procesos, productos o servicios que generan ganancias en la organización

Desde luego que la selección de la industria y el mercado en donde participar es importante, de ahí el papel central de equipo directivo para anticipar y crear oportunidades en donde la organización pueda generar valor; el papel de las autoridades de gobierno en otorgar las condiciones propicias para el desarrollo de la actividad empresarial y el sector educativo contribuyendo con la generación de capital humano que sea capaz de generar nuevas empresas o de integrarse a las existentes para construir valor.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son un buen referente para identificar estas oportunidades y a la vez crear valor sostenible para la sociedad. Cabe hacer énfasis que, si una organización no toma decisiones para contribuir a la sostenibilidad, difícilmente habrá tomado decisiones que abran la posibilidad de que una empresa perdure en el tiempo.

En este artículo hemos enfatizado la creación de competencias internas de la organización para participar en la industria seleccionada. La investigación de base muestra el peso específico que tiene la creación, al interior de la organización, de una propuesta que resulte de valor al cliente objetivo. Desde luego, la industria en la cual se decida participar es importante, de ahí la capacidad del equipo directivo para identificar y aún mejor, crear oportunidades en el entorno que permitan a la organización generar valor de manera sostenible. Estas propuestas se han enmarcado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para mostrar el impacto positivo que la organización puede tienen en atender los retos de la humanidad.

El autor

Daniel Maranto Vargas es profesor del Tecnológico de Monterrey desde 1987. Actualmente es director de la sede Monterrey de EGADE Business School, del Tecnológico de Monterrey. Cuenta con maestría y doctorado en Administración. [email protected]

Referencias

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