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Los frutos de las cactáceas, fuente alimenticia y económica para México

(Foto: Adobe Stock)

Por Luisaldo Sandate Flores

Los cultivos más importantes en nuestro país son el maíz y el frijol; sin embargo, en ocasiones presentan algunas dificultades para cultivarse que representan grandes pérdidas económicas, debido a fenómenos naturales como la escasez de lluvia en algunas zonas del territorio nacional. Contrario a esto, en México, existen otros tipos de cultivos que puedan ser productivos bajo condiciones de estrés hídrico.

Las zonas semiáridas de México albergan muchos tipos de cactáceas, un ejemplo de ellas es el cactus columnar, el cual produce una fruta de color brillante, que regionalmente es llamada “pitaya”. Esta fruta poco conocida fuera de la región del país en la que se produce posee propiedades benéficas para la salud, ya que contiene pigmentos naturales llamados betalaínas, vitamina C, alto contenido de hierro y antioxidantes.

No obstante, éste y muchos otros frutos derivados de las cactáceas han sido poco o nulamente estudiados. Por ello, el Tecnológico de Monterrey conduce actualmente proyectos de investigación para caracterizar las propiedades alimenticias de varios de estos frutos, a fin de impulsar el cultivo y el desarrollo económico de las zonas productoras.

Las frutas pitaya de mayo (Stenocereus pruinosus) y pitaya de agosto o xoconostle (Stenocereus stellatus) son muy apreciadas por su sabor, color y textura. El S. pruinosus está distribuido ampliamente en los estados de Oaxaca, Puebla, Chiapas, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán mientras que el S. stellatus se encuentra en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Morelos. Las primeras frutas de S. pruinosus aparecen a finales de abril mientras que las frutas de S. stellatus entre agosto y septiembre.

Adicionalmente a los mencionados, existen otros frutos derivados de las cactáceas poco o nulamente conocidos que también poseen sabores y colores exóticos que los hacen fuentes importantes de alimentos y cultivos con un alto potencial para el desarrollo económico de las zonas semiáridas de México.

Uno de ellos es el fruto proveniente de Pachycereus weberi conocido en Puebla como el “chico” mientras que en Oaxaca se le conoce como “tuna de cardón”. El hábitat del P. weberi son los estados de Puebla, Oaxaca, Guerrero y Morelos. La temporada del “chico” es en el mes de mayo.

Otro fruto importante es derivado de Escontria chiotilla, conocido como “jiotilla”, este es utilizado para elaborar helados y nieves (Figura 1). La temporada de la jiotilla es el mes de junio y crece en los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Morelos y Puebla. El “chico o tuna de cardón” y la “jiotilla” son otras opciones que pueden generar un bienestar nutricional y económico para las comunidades semi desérticas en nuestro país. No obstante, su perfil nutrimental, capacidad antioxidante y otros posibles beneficios a la salud tienen pocos reportes.

Figura 1. Frutos de cactáceas de zonas semiáridas de México.

Beneficios de las cactáceas

El Grupo de Investigación Sustainable and Applied Biotechnology (SAB) que pertenece al Grupo con Enfoque Estratégico (GIEE) en Bioprocesos, del Tec de Monterrey, caracteriza las propiedades de la fruta pitaya de mayo, y a partir de esta extrae pigmentos como las betalaínas.

Uno de los objetivos es eliminar los azúcares presentes y potencializar sus aplicaciones como pigmento en la industria alimenticia. Los efectos de las betalaínas en la salud se han demostrado; reportes indican que estos compuestos disminuyen el crecimiento de células cancerígenas evaluados en modelos animales de cáncer de piel y pulmón. En ese campo, el grupo SAB realiza estudios con extractos de los jugos de los frutos pitaya de mayo, chico, jiotilla y pitaya de agosto en diferentes líneas celulares para evaluar su función en la prevención de distintos tipos de cáncer; como el cáncer de mama, próstata, colon y hepático.

Además de sus beneficios a la salud, estas cactáceas podrían combinarse en una huerta y de esta manera cosechar frutas exóticas de abril a septiembre trayendo consigo ingresos por su venta a los pobladores y los estados en zonas semiáridas de México. Los frutos de S. Stellatus y S. pruinosus tienen un valor comercial alrededor de los 40 a 50 pesos mexicanos, por kilogramo. Su cultivo es factible y redituable, ya que requiere poca mano de obra para su cuidado y una cantidad mínima de agua.

Uno de los principales retos que presentan estos frutos es que son altamente perecederos (tres a cinco días de vida de anaquel). Por lo tanto, para resolver este problema algunas propuestas serían: 1) Tener canales de distribución eficientes en los cuales las frutas una vez recolectadas sean transportadas rápidamente a su lugar de venta, 2) Procesar la fruta muy cerca del lugar de recolección para elaborar diversos productos (jugo, mermelada, helado, pulpa congelada, licores y vinos), de esta manera se estarían generando productos de un valor económico más alto y por ende llevando una mayor cantidad de ingresos a las comunidades donde se recolectan, y 3) Realizar tratamientos que incrementen la vida de anaquel de los frutos.

¿Quieres saber más?

Para más información se recomienda revisar el artículo: Sandate-Flores, Luisaldo, et al. «Functional Attributes and Anticancer Potentialities of Chico (Pachycereus Weberi) and Jiotilla (Escontria Chiotilla) Fruits Extract.» Plants 9.11 (2020): 1623.

Autor

Dr. Luisaldo Sandate Flores, egresado del Doctorado en Biotecnología del Tecnológico de Monterrey, cuenta con una Maestría en Ciencias en Sistemas Ambientales de la misma institución. [email protected]

Asesores

Dr. Roberto Parra Saldívar, Profesor Investigador del Centro de Biotecnología-FEMSA de la Escuela Ingeniería y Ciencias. Forma parte del Grupo de Investigación con Enfoque Estratégico en Bioprocesos del Tecnológico de Monterrey. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores-CONACYT (Nivel III). Miembro de la Sociedad Mexicana de Ciencias. [email protected]

Dra. Elda M. Melchor Martínez, Investigadora Postdoctoral del Centro de Biotecnología-FEMSA de la Escuela Ingeniería y Ciencias. Forma parte del Grupo de Investigación con Enfoque Estratégico en Bioprocesos del Tecnológico de Monterrey. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores-CONACYT (Candidato). [email protected]

Edición y revisión

Dr. Jesús Eduardo Elizondo Ochoa. Profesor Investigador del Posgrado en Biotecnología de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, del Tecnológico de Monterrey. Seminario de Investigación II. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores-CONACYT (Candidato). No forma parte del GIEE o del proyecto de investigación mencionados. [email protected]

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