Por Leticia Elizondo Montemayor
La deficiencia de vitamina D es altamente común en la población, pero la mayoría de las personas no saben que la tienen, ni los riesgos para salud que la falta de vitamina D conlleva. Existen factores que predisponen aún más a su deficiencia, tales como la edad, la obesidad, la falta de exposición a la luz solar, la piel morena, algunas enfermedades del tracto digestivo que causan malabsorción, las enfermedades renales y la escasez de alimentos que contienen vitamina D.
La deficiencia de vitamina D afecta a los huesos y predispone a enfermedades del corazón, los pulmones, problemas articulares, musculares, diabetes y cáncer
La deficiencia de vitamina D no sólo afecta a los huesos, sino que también predispone a enfermedades del sistema inmune, del corazón, de los pulmones, diabetes mellitus, problemas articulares, dolores musculares y cáncer, entre otras. Además se asocia a mayores niveles de inflamación crónica que provoca un mayor riesgo para la salud.
A nivel mundial, la deficiencia de vitamina D es común. En México hay pocos estudios relacionados con este fenómeno. En Monterrey, Nuevo León, en la Escuela de Medicina del Tec de Monterrey realizamos un estudio en el que demostramos que el 90 por ciento de una población de sujetos sanos mayores de 55 años tenían deficiencia de vitamina D. Monitoreamos a estos pacientes durante un año completo. Cada tres meses, de acuerdo al cambio de estación, les medimos el nivel de vitamina D en la sangre.
En los resultados de esta investigación llamada Seasonal Variation in Vitamin D in Association with Age, Inflammatory Cytokines, Antrhopometric Parameters, and Lifestyle Factors, encontramos un alto número de sujetos con deficiencia de vitamina D en todas las estaciones del año, aunque fue más prevalente en invierno.
Estos hallazgos son sorprendentes por varios motivos. En primer lugar, la vitamina D se produce en la piel tras la exposición a la luz solar. En segundo lugar, México es considerado como un país “soleado”. Finalmente, la producción de vitamina D por estímulo de los rayos solares depende de la latitud del país o ciudad, y México se localiza en una apropiada latitud para ello. Por ese motivo es más preocupante haber encontrado tan alta prevalencia de deficiencia de vitamina D en todas las estaciones del año, bastante mayor a la de países donde tienen poco sol en invierno y primavera.
De manera importante también descubrimos en nuestro estudio que las personas que tenían una circunferencia de cintura mayor a 88 centímetros estaban en mayor riesgo de tener deficiencia de vitamina D, al igual que aquellos que cuya edad era mayor de 74 años. Estos dos factores juntos pueden predecir con un alto grado de certeza que la persona tiene deficiencia de vitamina D, aún antes de medirla en la sangre.
las personas con una circunferencia de cintura mayor a 88 CM tienen mayor riesgo de deficiencia de vitamina D
Nuestro estudio demostró, además, que la deficiencia de vitamina D está correlacionada con niveles elevados de sustancias que producen inflamación importante en el organismo, llamadas citocinas inflamatorias. Esas sustancias inflamatorias incrementadas, junto con la deficiencia de vitamina D, pueden predisponer y se asocian a enfermedades como obesidad, alta presión, diabetes, obstrucción en las arterias, cáncer, psoriasis, esclerosis múltiple, preeclampsia, asma y otras enfermedades donde la inflamación juega un papel importante. Este es el primer estudio realizado en México y en el mundo que ha monitoreado a un mismo grupo de personas durante un año completo para determinar los niveles de vitamina D en cada estación del año.
¿Qué estrategias se deben seguir para prevenir la deficiencia de vitamina D? Primero se debe identificar si existe una deficiencia de la misma. Para ello es necesario realizar una prueba en el laboratorio con el fin de determinar los niveles de dicha vitamina en la sangre. En caso de que los niveles sean suficientes, es importante seguir las recomendaciones del Instituto de Medicina de E.U.A, el cual recomienda que las personas entre 1 y 70 años de edad, ingieran un suplemento con dosis de 600 UI por día, y los mayores de 70 años, 800 UI por día. En caso que los niveles de vitamina D en la sangre muestren una deficiencia, ésta se debe corregir bajo la prescripción de un médico, quien indicará un suplemento de cantidad elevada.
Por otra parte, contrario a otras vitaminas, los alimentos de origen animal como el pescado, yema de huevo, y alimentos lácteos fortificados, contienen muy poca cantidad de vitamina D. La fuente principal es la exposición a la luz solar, sin embargo, la excesiva exposición a ésta, predispone a cáncer de piel, por lo cual, la suplementación con vitamina D es la mejor forma de corregir la deficiencia de esta vitamina.
Finalmente, y de acuerdo a los hallazgos de nuestra investigación, es importante tener un estilo de vida que ayude a mantener un peso corporal y una circunferencia de cintura saludables. De esta manera se podría mejorar el pronóstico de las enfermedades asociadas a deficiencia de vitamina D, en especial en los adultos mayores.
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La autora de este artículo es directora del Centro de Investigación en Nutrición Clínica y Obesidad, de la Escuela de Medicina del Tec de Monterrey. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, nivel I. Es profesora-investigadora del Grupo de Investigación en Medicina Cardiovascular y Metabolómica.
¿Quieres saber más?
Seasonal Variation in Vitamin D in Association with Age, Inflammatory Cytokines, Anthropometric Parameters, and Lifestyle Factors in Older Adults. Mediators of Inflammation.
Artículo de investigación publicado por Leticia Elizondo-Montemayor, Elena C. Castillo, Carlos Rodríguez-López, José R. Villarreal-Calderón, Merit Gómez-Carmona, Sofia Tenorio-Martínez, Bianca Nieblas, y Gerardo García-Rivas.
